Las damas de sociedad recurren a las modistas para que les confeccionen los vestidos de las galas. En esos discretos negocios, mientras esperan que les tomen las medidas, se bordan los rumores, las intrigas, las habladurías que estallan en un escándalo si una simple costurera enamora a un lord.

Lord Edward Wesley ha sido toda su vida un hombre correcto, afable, galante; es apuesto sin querer provocar deslumbramientos; es cortés sin ser comedido; es rico sin ostentarlo. Nadie de su entorno puede encontrarle una mancha a tan perfecta reputación, una mácula que lo transforme en el alimento de la carroña de las habladurías. Hasta Lucy. Hasta que la conoce y no puede dejar de pensar en ella. Entonces, flemático y preocupado por lo que piensen los demás de él, lord Wesley se ve obligado a optar entre la rectitud y el deber, entre lo que se espera de él -mujer de la misma posición social, un heredero, comparecer a todos los eventos sociales- y la tímida y adorable Lucy, una simple costurera, que promete, además del amor anhelado, un escándalo de grandes proporciones.

Una vez más, Lola Rey pone sobre el tablero las relaciones entre hombres y mujeres de mundos distintos que deben enfrentar aquello que temen para poder encontrar un camino juntos.