AUTOR: BASSAT LUIS
EDITORIAL: CONECTA
¿Cuántos elementos que utilizamos cada día han sido grandes aportes creativos a nuestras vidas? Inventos como el fonógrafo o tocadiscos (1877), la bombita incandescente de Thomas Edison (1879), las hojas de afeitar creadas por King Camp Gillette para sustituir a las peligrosas navajas (1901), la cremallera (1913), el bolígrafo (1938), el cinturón de seguridad (1959) o las rotondas (1960) son solo algunos ejemplos. Todos, absolutamente todos, han sido fruto de la creatividad de alguien que sintió la necesidad de mejorar su entorno, su vida y la vida de millones de ciudadanos del mundo. Luis Bassat nació en Barcelona en 1941 y, como él mismo suele decir, ha dedicado toda su vida a la creatividad. A los 25 años abrió su primera agencia de publicidad y en 1975 fundó Bassat <(>&<)> Asociados, con tres personas, medio cliente y una clara vocación internacional. Cuando se retiró en 2007, más de seiscientas cincuenta personas trabajaban en las distintas empresas del Grupo Bassat Ogilvy en España. A lo largo de su carrera profesional ha producido cientos de campañas de publicidad, ocupado importantes cargos directivos en la organización mundial de Ogilvy <(>&<)> Mather y recibido incontables premios y reconocimientos. Entre ellos, se destaca la Medalla de Oro Barcelona 92 por su contribución al éxito de las Ceremonias Olímpicas, un ejemplo de creatividad que ha hecho historia. Autor de El Libro Rojo de la publicidad (1993), El Libro Rojo de las marcas (1999), Confesiones personales de un publicitario (2008), Inteligencia comercial (2011) y El Libro Rojo de la vida (2013), Bassat publica ahora La creatividad